La mayor parte de los problemas que tenemos para obtener las mejores calificaciones posibles, se deben a nuestra deficiencia al tomar apuntes en clase, cuestión que repercute en un aprovechamiento mínimo de lo aprendido y que convierte la hora de estudios en una gran dificultad.
Cuando uno está en clase, parece que el profesor no parará de hablar nunca, en nuestro afán por tomar nota de absolutamente todo, nos retrasamos y perdemos el hilo de la clase. Así, concentrados en tomar notas, realmente no prestamos suficiente atención a lo que el profesor está diciendo, y esto pude convertirse en un estudio que, en realidad, no sirve para nada.
Tomar apuntes de una explicación es un poco más complicado que tomar notas o hacer una síntesis de lectura, pero el buen profesor siempre sabe destacar claramente las ideas fundamentales y los puntos clave; sin embargo, los alumnos tenemos que seguir el ritmo de los profesores, lo que puede dificultarnos la comprensión, ya que no hay tiempo para reflexionar o comparar.
Generalmente el tono de voz y las expresiones usadas por los profesores juegan un papel determinante a la hora de distinguir la parte fundamental de la exposición. Nosotros, como alumnos, hemos de poner mecha atención cuando el profesor diga frases como: “un aspecto fundamental es...”, “la razón de todo esto es...”, “en primer lugar...”, “conviene destacar...”, “no hay que perder de vista que...”, “hay que prestar atención a...”, etcétera.
Estas y otras frases similares, son una especie de alerta que nos avisa que el profesor está a punto de decir algo importante de lo que es absolutamente necesario tomar nota. Además, cuando el profesor utiliza el pizarrón para ampliar sus explicaciones, hay que poner atención en las cosas que escribe; lo importante es aprender a distinguir lo esencial de lo explicativo; si uno tiene las notas con lo esencial y puso atención a la explicación que de eso dio el profesor, no le hará falta escribir todo, ya que entenderá lo que el maestro ha querido decir y tendrá una pequeña nota sobre el tema.
Ahora bien, no hay que confiarse, es necesario tomar bastantes notas, de manera que ningún aspecto fundamental se nos escape; para eso es necesario que, dentro de nuestras posibilidades económicas, acudamos a las clases bien provistos de hojas, cuadernos, plumas y todo aquello que resulte necesario para facilitarnos la toma de apuntes.
Cuando uno está en clase, parece que el profesor no parará de hablar nunca, en nuestro afán por tomar nota de absolutamente todo, nos retrasamos y perdemos el hilo de la clase. Así, concentrados en tomar notas, realmente no prestamos suficiente atención a lo que el profesor está diciendo, y esto pude convertirse en un estudio que, en realidad, no sirve para nada.
Tomar apuntes de una explicación es un poco más complicado que tomar notas o hacer una síntesis de lectura, pero el buen profesor siempre sabe destacar claramente las ideas fundamentales y los puntos clave; sin embargo, los alumnos tenemos que seguir el ritmo de los profesores, lo que puede dificultarnos la comprensión, ya que no hay tiempo para reflexionar o comparar.
Generalmente el tono de voz y las expresiones usadas por los profesores juegan un papel determinante a la hora de distinguir la parte fundamental de la exposición. Nosotros, como alumnos, hemos de poner mecha atención cuando el profesor diga frases como: “un aspecto fundamental es...”, “la razón de todo esto es...”, “en primer lugar...”, “conviene destacar...”, “no hay que perder de vista que...”, “hay que prestar atención a...”, etcétera.
Estas y otras frases similares, son una especie de alerta que nos avisa que el profesor está a punto de decir algo importante de lo que es absolutamente necesario tomar nota. Además, cuando el profesor utiliza el pizarrón para ampliar sus explicaciones, hay que poner atención en las cosas que escribe; lo importante es aprender a distinguir lo esencial de lo explicativo; si uno tiene las notas con lo esencial y puso atención a la explicación que de eso dio el profesor, no le hará falta escribir todo, ya que entenderá lo que el maestro ha querido decir y tendrá una pequeña nota sobre el tema.
Ahora bien, no hay que confiarse, es necesario tomar bastantes notas, de manera que ningún aspecto fundamental se nos escape; para eso es necesario que, dentro de nuestras posibilidades económicas, acudamos a las clases bien provistos de hojas, cuadernos, plumas y todo aquello que resulte necesario para facilitarnos la toma de apuntes.
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